Investigan cómo se produjo el fraude para beneficiar a Mitre y Magnetto

Los fiscales Rodolfo Molina y Hernán Shapiro solicitaron explicaciones a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas y presentarán hoy una denuncia ante el juez Corazza. Pedirán pericias sobre la foja sospechada.

Después de que Tiempo Argentino denunciara que se fraguó un expediente para beneficiar a Clarín y La Nación en la causa que investiga el traspaso accionario ilegal de Papel Prensa, la justicia ya puso la lupa para determinar cómo se produjo el fraude. Los fiscales Rodolfo Marcelo Molina y Hernán Shapiro, de la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de las Causas por Violaciones a los Derechos Humanos de La Plata, solicitaron explicaciones a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (donde estaba el expediente fraguado) y presentarán hoy una denuncia ante el juez Arnaldo Corazza. La presentación de los fiscales busca determinar con precisión cómo fue la maniobra y quiénes son los responsables.
“Estamos ante un hecho gravísimo. Estamos al tanto de lo que ocurrió y tenemos más o menos claro cómo fue la maniobra”, explicó una alta fuente judicial. Y agregó: “Hemos visto que el original y el fraguado no coinciden en algunas palabras. Y, además, que el fraguado no tiene sello, medalla, ni la firma que certifica las copias. Todo eso es lo que deberá investigarse hasta saber quién lo produjo y cuándo.”
Desde la fiscalía platense se pedirá la elaboración de una pericia escopométrica, para realizar un estudio comparativo de la copia original y de la trucha, estableciendo el cotejo de la impresión. Por ejemplo, si se utilizó la misma máquina de escribir, idéntico papel y demás detalles.
El delito se encuadra en el de falsificación de documento público que, de acuerdo a lo estipulado por el artículo 292 del Código Penal, prevé una pena de prisión de uno a seis años. También habrá que determinar las responsabilidades específicas de quienes pudieron tener acceso al expediente. Y, además, establecer la responsabilidad de los abogados de Bartolomé Mitre –Alejandro Pérez Chada– y de Héctor Magnetto –Hugo Wortman Jofré–, quienes el 16 de junio pasado pretendieron distorsionar el resultado de una audiencia favorable a sus intereses, en la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, queriendo hacer pasar por verdadera una foja trucha del expediente.
La foja que presentaron los representantes de Mitre y Magnetto es producto de un dictamen del fiscal Molinas que fue fraguado para beneficiar a Clarín, La Nación y La Razón, retirando la foja original del expediente y remplazándola por una, en apariencia, escrita por la misma máquina de escribir. Tal como demostró este diario en su edición de ayer, la foja fraguada carecía de sello, medalla, firma de certificación y, también, de dos párrafos que perjudican a Mitre y Magnetto. “La Junta de Comandantes decidió que el Grupo Graiver debía transferir el paquete accionario clase A de Papel Prensa, eligiendo ellos mismos como compradores a los diarios La Nación, Clarín y La Razón”, decía el primero de ellos. En el otro, cuatro párrafos más adelante, el fiscal Molinas especificó que quedaba claro el “apuro de la negociación y la existencia de un solo oferente impuesto o elegido por las autoridades nacionales”. Es decir, una prueba más de la alianza entre las tres armas y los tres diarios, que buscaron eliminar.
De todas formas, la fuente consultada agregó que “la causa tiene ya 60 cuerpos, hay muchos testimonios y documentos. No se trata de que un párrafo o dos de una foja cambien la situación”.
Con respecto a la competencia, se estima que en estos días la causa pasará a la Ciudad de Buenos Aires. Más precisamente, al Juzgado Federal Nº 3, a cargo de Daniel Rafecas. Esto ocurrirá una vez que la resolución de la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones quede firme, ya que los abogados de Magnetto y Mitre pueden recurrirla.
Hace más de un año que la causa no tiene quién la instruya definitivamente: ya dos jueces y fiscales declararon su incompetencia. Según otra fuente judicial, esto se debe a que “en un punto es muy conflictiva. Tanto que esta causa es una bomba de tiempo.”
La maniobra de Clarín y La Nación buscó respaldo en dos notas sin firma, publicadas por los propios diarios el 17 de junio. Allí, denunciaron que “el gobierno presentó a la justicia documentos adulterados”, acusando de un hecho grave a la Secretaría de Derechos Humanos, “con la intención de involucrarlos (a Magnetto y Mitre) en delitos de lesa humanidad”. Como se demostró, en realidad ocurrió lo contrario: quienes pretendieron desviar y demorar la investigación fueron los dueños de Clarín y La Nación. (Fuente: Tiempo Argentino).