Amado Boudou recibió la noticia con su sonrisa característica, pero esta vez pareció más amplia que de costumbre. No es para menos. Recorrió un largo camino desde la militancia liberal en su juventud hasta ser elegido por Cristina Fernández como compañero de fórmula.
Boudou nació el 16 de noviembre de 1963 en la Capital Federal, donde hasta hace poco fue precandidato a jefe de gobierno, pero pasó toda su infancia y adolescencia en Mar del Plata. En 1986, se recibió de economista en la Universidad Nacional de esa localidad balnearia y allí también dio sus primeros pasos en política, como dirigente de la UPAU, la rama estudiantil de la UCeDé. Justamente, el cambio experimentado desde ese origen liberal es uno de los puntos que Cristina más destacó al anunciar que el ministro será su candidato a vicepresidente.
A la cartera de Economía Boudou llegó en julio de 2009, después de pasar por varios cargos públicos. En 1996 y 1997, realizó tareas para los municipios de Pinamar y Villa Gesell, y en 1998 ingresó a la ANSES, un organismo que sería clave para su carrera.
Luego de un interregno entre 2003 y 2005, cuando fue secretario de Hacienda y Finanza del Municipio de la Costa, en 2006 alcanzó la dirección de la ANSES. Desde ese puesto, impulsó la estatización de los fondos jubilatorios en manos de las AFJP, una medida paradigmática en la gestión de Cristina Fernández. Más tarde, ya como ministro de Economía, tuvo un rol activo en la implementación de la Asignación Universal por Hijo y el pago de la deuda externa con reservas.
Antes de llegar a la función pública, había combinado la actividad en empresas de recolección de residuos con el rubro musical. De hecho, fue disc jockey y produjo eventos con bandas como Soda Stereo o Los Abuelos de la Nada.
En parte, estos antecedentes explican el perfil público que Boudou logró construir. El ministro toca la guitarra, es amante de las motos –tiene una Harley-Davison– y prefiere la chomba a las corbatas. Con este estilo, no sólo ganó el visto bueno de las encuestas, sino también de múltiples sectores del arco kirchnerista. Lo apoyan desde los Organismos de Derechos Humanos, donde mantiene una excelente relación con Hebe de Bonafini, hasta el sindicalismo, que lo respalda con todo el peso de la CGT. Esto, más la elección de Cristina Fernández explican la sonrisa de Boudou. (Fuente: Tiempo Argentino).
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